sábado, 5 de mayo de 2012

TERCER PARCIAL Parte 1

Arquitectura Mexicana del Siglo XX 

Transformación del Funcionalismo en Internacionalismo 

  • Enrique del Moral
Este arquitecto mexicano es uno de los grandes renovadores de la arquitectura mexicana. Sin abandonar sus raíces mexicanas, ha sabido introducir los aires del movimiento internacional en su país. Desde que empezara en 1938, en colaboración con M. Gutiérrez Camarena, su obra ha sido prolífica y muy variada.
 
Es conocido principalmente por su destacado papel en el proyecto del plano de conjunto de la Ciudad Universitaria (1947-1952), sede de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estuvo a cargo, junto con los arquitectos Mario Pani y Salvador Ortega, de la dirección y coordinación del proyecto maestro y de La Torre de Rectoría -sin duda una de las más representativas del campus- es obra de los arquitectos Enrique del Moral, Mario Pani y Salvador Ortega.

Al construir su casa en Tacubaya, 1949, firma su postura de revaloración de lo mexicano.


Mantiene una prolongada colaboración con Mario Pani, de la que resultan el edificio de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, 1950, la Torre de Rectoría, UNAM, 1950-1952, el Club de Golf México, 1952, y buen número de obras en Acapulco.

Se destaca por su arquitectura hospitalaria con lo proyectos del Hospital General de San Luis Potosí, 1946, el Hospital de Urgencias del Centro Médico, 1958, y las Clínicas Hospital de Monterrey, Tampico, Ciudad Obregón, Nogales, Cuautla y Villa Olímpica, 1962-1972.

 

  •  Agustín Hernandez


Inicia su quehacer profesional proyectando buen número de casas habitación y edificios de oficinas.
Entre 1954 y 1968 desarrolla una labor docente en la Escuela Nacional de Arquitectura, UNAM, al frente del Taller N° 8.
Construye la Escuela de Ballet Folklórico en 1968, que se significa por ser su primer edificio dentro de la arquitectura escultórica.
Una serie de casas habitación muestran su creatividad, al utilizar diversos módulos, formas y volúmenes. La Casa en el Aire, 1995, puede señalarse como el compendio de estas propuestas.


La audacia estructural de su Taller de Arquitectura, 1972-1975, le otorga un amplio reconocimiento.
En fechas recientes inicia el diseño y realización de mobiliario y escultura.

 


  • Augusto H. Alvarez
La obra de este arquitecto mexicano comprende más de 140 proyectos construidos de los cuales 45 son casas y el resto en su mayoría edificios de oficinas, que destacan por la finura de sus detalles y su rigor moderno. En el inicio de la década de los cincuenta, la carrera profesional de Álvarez tomó un rumbo ascendente y vertiginoso; sin duda esta época -que coincide con los años de la gran arquitectura moderna- fue la más significativa de su trayectoria. Asimismo también dedicó gran parte de su vida a la docencia en varias Universidades. Algunas de sus obras son: el antiguo Aeropuerto internacional de la Ciudad de México, la Escuela de comercio y administración de Ciudad Universitaria de la UNAM, el Banco del Valle de México, el edificio Jaysour, la antigua Universidad Iberoamericana, el edificio Seguros la provincial, el corporativo IBM y la sede del Arzobispado, todos en México DF.
Sin duda alguna uno de los más distinguidos arquitectos modernos mexicanos, que siempre siguió una línea definida durante varias décadas con un manifiesto dominio de la escala humana pues desde un principio proyectó en base a una retícula modulada: "...mientras siga viviendo voy a seguir haciendo lo que considero que es bueno, sin meterme la preocupación de hacer cosas novedosas o llamativas. Sé que las podría hacer, pero no me atrevo a hacerlas, porque estaría traicionándome a mí mismo, a mi manera de sentir, o a mi manera de ser. Quiero hacer las cosas como las he pensado siempre, como cosas tranquilas, que no susciten inquietud, sino que se sientan naturales o normales". Su obra refleja sobriedad y sencillez.
Con esta breve referencia pretendemos difundir la obra de uno de esos grandes arquitectos poco conocidos o en gran medida olvidados. Esperamos que esta iniciativa ayude a comprender mejor la arquitectura moderna y a reconocer la actualidad de sus valores.





  • Luis Barragán  
Su arquitectura se fue desarrollando mediante diferentes evoluciones, ya que Luis Barragán buscaba una conjunción de la arquitectura mexicana con las tendencias vanguardistas europeas, encontrando diferentes ideas de arquitectos y diseñadores. 


Así pues, Barragán comenzó a descubrir su arquitectura, definiendo un estilo muy personal y fácilmente reconocible. Sus proyectos empiezan a concebirse como un juego de planos, luz y texturas. En esta etapa destacan el edificio de apartamentos en la plaza Melchor Ocampo (1936-1940), su casa-taller en Tacubaya y dos obras en el campo del paisajismo: los jardines del Pedregal (1945-1950) y los del Predio del Cabrío (1944), ambos en la ciudad de México, donde se percibe la huella profunda de los jardines islámicos, así como la insistente presencia del sonido del agua.

Las obras más representativas son la capilla de las Capuchinas Sacramentarias (1952-1955 en Tlalpan), las torres de la Ciudad Satélite (1957), proyectadas junto con Mathias Goeritz, el barrio de las Arboledas (1955-1961) y la Casa Gilardi (1972-1980).


Así pues, la ideología de Luis Barragán ayudó a la creación de esta arquitectura mágica, tomando siempre en cuenta todos cinco sentidos con los que percibimos la realidad, dándole una especial importancia al oído. Como el mismo lo dijo: " La arquitectura, además de ser espacial, es también musical. Esa música es interpretada por el agua. La importancia de las paredes es que nos aíslan del espacio exterior de las calles. La calle es agresiva, incluso hostil: las paredes crean silencio. 


Desde ese silencio tú puedes hacer música con agua. Después, esa música nos rodea.", también en las palabras que dirigió al recibir el premio Pritzker, el máximo reconocimiento en la arquitectura, en 1980: "En proporciones alarmantes las siguientes palabras han desaparecido de las publicaciones de arquitectura: Belleza, inspiración, magia, hechicería, encanto, y también serenidad, misterio, silencio, privacía, asombro. Todas ellas han encontrado un hogar amoroso en mi alma."

  


  • Ciudad Universitaria y la Integración Plástica
La Ciudad Universitaria es una de las grandes joyas arquitectónicas y culturales de la Ciudad de México debido a la gran cantidad de investigaciones y actividades académicas que en ella se realizan así como por su destacada arquitectura, considerada como uno de los máximos exponentes escenarios del siglo XX en Latinoamérica.
La Ciudad Universitaria conocida por los habitantes de la ciudad como "C U", se encuentra al sur de la parte central de la ciudad, a ambos lados de la Avenida de los Insurgentes e incluye dentro de sus instalaciones varias reconocidas facultades, importantes bibliotecas así como destacados centros culturales y museos. La parte central de Ciudad Universitaria está integrada por los primeros edificios construidos durante los años cuarentas mismo que son el resultado del trabajo en equipo de varios de los arquitectos mexicanos más destacados de la época que estaban en busca de un arquitectura nacional con identidad propia. De ahí que Ciudad Universitaria se encuentre distribuida alrededor de grandes áreas verdes y plazas al aire libre de la misma forma que las ciudades de las civilizaciones prehispánicas. En esta parte es maravillosa la amplitud y el sentido de inmensidad que se siente en la explanada de la Torre de Rectoría en cuya fachada se pueden apreciar varios murales de David Alfaro Siqueiros así como la Biblioteca Central ubicada en frente, que en si misma constituye un mural, obra del muralista y arquitecto mexicano, Juan O' Gorman.

La integración plástica logra una colaboración real entre constructores y artistas desde la concepción misma de los proyectos arquitectónicos. La excepcionalidad del Campus Central de Ciudad Universitaria radica en que a pesar de ser una obra moderna, plasma el pasado a través de esta conjunción. Al igual que en las construcciones de culturas precolombinas, como es el caso de Bonampak, Uxmal o Chichén Itzá, en las que el arte se integra a la arquitectura y al espacio urbano, en éste también se da esta fusión. Desde el inicio del proyecto, pintores, muralistas y escultores participaron entendiendo arte y arquitectura como algo único.
El uso de materiales mexicanos y la incorporación de elementos prehispánicos ayudaron a fortalecer el discurso nacionalista de sus creadores. Los murales de Ciudad Universitaria son una clara representación artística de esa búsqueda de identidad nacional, de la misma manera que en la antigüedad los códices representaban gráficamente un mensaje cultural. La temática simbólico-realista usada en los murales permitió ofrecer una lección cotidiana de vida, así como la activación y permanencia actual de valores humanos de trascendencia global.

  


  • Arquitectura de las Olimpiadas
Estas olimpiadas no solo significaban para México ser el anfitrión de un gran evento mundial, sino demostrarle al mundo de lo que era capaz, tan es así que a pesar de los problemas politicos que se sucedieron en 1968, la celebracion de los JUEGOS OLÌMPICOS  se llevo a cabo.
Así para 1966 el encargado de asumir el reto fue el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, cuya misión era presentar un México moderno, con una historia y una cultura rica que atrajera a profesionales nacionales y extranjeros, como él mismo afirmo: “Para mí, la medalla que yo buscaba era el prestigio de México, de la capacidad de México”.
Con muchas metas por cumplir en la cabeza y pocos recursos económicos idearon un plan que involucraba la construcción de nuevos edificios para albergar a los deportistas de los mas de 100 países, a los turistas y a los medios de comunicación, además de los edificios que se requerian para los distinitos deportes, entre los que se encuentran: La Villa Olímpica, la Alberca Olímpica, el Gimnasio Juan de la Barrera, el Palacio de los Deportes, el hotel Camino Real y el Estadio Azteca, entre otros.

En 1966 el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez fue nombrado Presidente del Comité Organizador de la XIX Olimpiada. Asumía el reto de presentar la imagen de México ante el mundo como un país moderno, rico en su oferta patrimonial y capaz de organizar un evento complejo de gran impacto internacional. Para ello, agrupó a un brillante equipo de profesionales, nacionales y extranjeros, con el fin de crear un complejo programa de comunicación que serviría  de base a la identidad de México 68.  La visión estratégica del Arquitecto Ramírez Vázquez permitió que México 68 estableciera un parteaguas en la historia de los juegos olímpicos. Su programa de marca incorporó la primera Olimpiada Cultural de las olimpiadas modernas, y una plataforma humanista que pretendía imponerse por encima de las fuertes divergencias políticas e ideológicas de la Guerra Fría, rescatando el concepto originario de “tregua olímpica”, y dándole a México un papel fundamental en la negociación y aceptación colectiva de dicha tregua.


 


  • Arquitectura de los 60-70-80's

Al agotarse el lenguaje del funcionalismo en México; dado el secuestro que del quehacer arquitectónico hacen las grandes compañías constructores que florecen en el auge alemanista y su secuela - lo que resulta en una ingeniería de edificios vestidos a la moda funcionalista - , la experiencia y enseñanzas de Villagrán en los nuevos creadores de la arquitectura dan sustento y nuevo impulso a las expresiones formalistas de raíz cultural, ya presentes en la propia Ciudad Universitaria, y en las cuales los valores plásticos tradicionales dejan de ser un elemento adosado a la arquitectura para convertirse en origen y manifestación de la misma. Tal es el caso del conjunto de frontones abiertos de la propia Ciudad Universitaria, diseñados por Alberto Arai, cuya abstracción, depurada y precisa en su material y formas, remite a las raíces culturales de mesoamérica y, principalmente, del altiplano. T . Estos pioneros dejarán en los jóvenes arquitectos de la siguiente generación, entre los cuales se cuentan Teodoro González de León, Agustín Hernandez, Alejandro Zhon, Alejandro Caso y Manuel González Rul, una impronta que se manifiesta constante o intermitentemente en sus obras posteriores.


El ejemplo más representativo de esta transformación, capitalizando en la misma el legado del funcionalismo, es indudablemente Juan O´Gorman. Por esta razón, podría calificarse a O´Gorman como el pionero de la arquitectura ambiental en México. O'gorman plantea una nueva teoría de arquitectura, la "orgánica", que implica la noción de una relación interactiva entre el edificio, su función y el paisaje que lo rodea. De acuerdo con esta concepción de lo arquitectónico, desprendido de las enseñanzas y de la obra de Frank Lloyd Wright, la habitación humana se convierte en el "vehículo de armonía entre el hombre y la tierra".



La arquitectura mexicana es un fenómeno cultural que nace de la ideología de gobiernos nacionalistas del siglo XX la cual fue dando forma a la imagen de identidad por su colorido y abigarramiento de elementos ornamentales heredados de culturas ancestrales, de formas clásicas, monumentales; y posteriormente la incorporación del modernismo y las tendencias vanguardistas de corte internacional. Dentro de la arquitectura del estado por la fuerte insidencia del presidencialismo mexicano, sobresalen arquitectos como Teodoro González de LeónAgustín Hernández NavarroAbraham Zabludovsky KraveskiMario Pani entre otros.
La Torre Latinoamericana es un rascacielos ubicado en la esquina que forman las calles de Madero y el Eje central Lázaro Cárdenas en elCentro Histórico de la Ciudad de México. Su ubicación céntrica, su altura (183 metros, 204 m si se incluye la última etapa de la antena, con 45 pisos) y su historia la han convertido en uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México en la lucha por la conquista de cielo aprovechando al máximo el terreno, una idelogía capitalista proveniente de los Estados Unidos.
La Torre Latinoamericana fue diseñada por el Arquitecto MexicanoAugusto H. Álvarez. Fue también el edificio más alto de la ciudad desde su construcción en 1956 hasta 1972, año en que se completó la Torre World Trade Center, también obtuvo el record del rascacielos más alto del mundo fuera de Estados Unidos y por lo tanto de Iberoamérica.
Javier Senosiain es exponente de la denominada arquitectura orgánica. Desarrolla una arquitectura acorde al entorno donde se establece la obra con gran colorido en vidrio y vitrales influenciado por la arquitectura de Antoni Gaudí.
  








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